jueves, 10 de mayo de 2018

EL EMBLEMA DE LA ACADEMIA ASTURIANA DE HERÁLDICA Y GENEALOGÍA.

UNA RENOVACIÓN FIEL AL EMBLEMA ORIGINAL MONOCROMO.

Por el Dr. Antonio Salmerón.

El objetivo de este trabajo, iniciado el pasado mes de febrero, fue efectuar una renovación del emblema de la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía. El director de la misma, don Manuel Rodríguez de Maribona y Dávila, y su vicedirector, don Manuel Luis Ruiz de Bucesta y Álvarez me realizaron el encargo a través de don Feliciano y don Alejandro Riestra Martínez, de “La Mesa de los Notables”, blog vinculado al Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias tan estrechamente relacionado con la Academia.

La razón de este encargo es que la Academia Asturiana sólo disponía de su emblema original, en negro sobre blanco, y de imágenes de dicho emblema de una resolución, que si bien era adecuada en su momento, no era tanto para la calidad de reproducción a la que acostumbramos hoy  día, tanto para el soporte papel, como para los medios digitales cada vez más frecuentes.
Inicialmente se plantearon dos posibles alternativas de renovación, la primera reinterpretarlo cromáticamente, manteniendo el interior del emblema y renovando sustancialmente su exterior; y la segunda  proporcionarle tinturas como en la alternativa anterior, pero en cuanto  a su estructura y delineación, mantenerlo de la forma más fiel posible al diseño original del emblema.
Al estudiar el original  pude comprobar  que tenía la suficiente calidad estética y, sobre todo, personalidad propia, de ahí que entendí que no era preciso modificar su exterior. Estética y personalidad que, al ser monocromo y las imágenes disponibles de baja resolución, no terminaban de mostrarse claramente, pero que ahí estaban, por lo que se optó  por acometer la segunda de las alternativas, y sólo en el caso de que no alcanzase los resultados deseados, se procedería con la primera , algo que, como se puede comprobar no fue necesario.
Actual emblema de la Academia Asturiana  de  Heráldica y Genealogía.
El trabajo se estructuró en dos fases, la primera consistió en volver a dibujar de nuevo todo el emblema, bajo el principio de ser lo más fiel posible al trazado original y, la segunda, darle tinturas dentro de la gama heráldica de esmaltes y metales.
Es ilustrativo, como muestra de  fidelidad al original que, por ejemplo, cuando se rotuló la divisa del emblema, esto es, el nombre completo de la Academia sobre la filacteria que rodea al emblema, se empezó poniendo acentos a las vocales mayúsculas, tal y como reza la norma de la Real Academia Española desde hace tiempo. Pero al analizar el resultado es cuando se decidió retornar a las mayúsculas no acentuadas originales, de esta forma, la vocal «I» de la palabra «GENEALOGÍA» se volvió a escribir sin acento como «GENEALOGIA» y lo mismo se hizo con la «A» de «HERÁLDICA» que se dejó como «HERALDICA», manteniendo así su apariencia original.
También  tuve que realizar algunos cambios menores, como por ejemplo el escudo de la genealogía con una estrella de 6 puntas (ver la fila 1ª, columna 2ª del árbol genealógico que aparece en el emblema de la Academia) que era de color sobre metal, haciendo equivaler la tinta negra del original al color sable y el blanco del papel al metal plata, así pues se tintó, de forma inversa, de metal sobre color y logrando que no afectase al significado, proporcionando mayor equilibrio con la otra rama de la genealogía y permitiendo poner un escudo de campo de color, sobre el campo del emblema que es de metal plata, todo ello correspondiéndose al pergamino del emblema y manteniendo de este modo la primera regla de la heráldica que dice «ni color sobre color, ni metal sobre metal».

Al inicio de la segunda fase: "esmaltar el emblema"  se planteó que el esquema de tinturas de base fueran sable-negro con el metal plata y algo de oro, por seguir la imagen original en blanco y negro, pero a medida que se avanzaba se observaba que el resultado era muy neutro, carente de energía, lo cual es lógico pues en heráldica se considera al color sable-negro un color neutro frente al gules-rojo, azur-azul o al sinople-verde.
Opté por cambiar el esquema de tinturas de base del emblema de la Academia a los de la bandera de Asturias, esto es, azur y oro, usando plata para el pergamino del emblema que ocupa el lugar del campo de su escudo. El fundamento de mantener el metal plata para el pergamino y no, por ejemplo, el oro, es porque además de ser una tintura natural para un pergamino, permite que los lambrequines del escudo que en el emblema representan a la heráldica y que son muy estilizados, casi como filigranas, pudieran ser de azur doblados de oro, diferenciándose este oro de los lambrequines de plata del pergamino que hace de campo.

En consecuencia, tal vez la nota más potente de metal son estos dos lambrequines laterales de azur doblados de oro del escudo de armas superior con sus 2 espadas. En un planteamiento inicial estos lambrequines sólo eran de azur, siguiendo al original monocromo, pero siendo de oro las espadas sobre el campo de azur del escudo concluí  que se debía cumplir la norma que recomienda pintar los lambrequines, siempre que se pueda, de los dos primeros colores citados en el blasón del escudo, en este caso, de azur doblados de oro. Obsérvese que, si bien se trata de un emblema y no de un escudo de armas en sentido más  estricto, las normas de la heráldica que se han aplicado en esta renovación han contribuido notablemente al resultado final.
Nótese, a tenor de lo anterior, que este emblema mantiene un paralelismo con un escudo de armas, por ejemplo, el pergamino hace de campo, su estructura sería la de un escudo cortado, y si bien es evidente que no hay una línea de división horizontal, la existencia de un cuartel 1º y un cuartel 2º queda clara de forma visual y se realza incluso por los pliegues diestro y siniestro del pergamino a la altura de la faja, con dicha estructura el cuartel 1º, con su escudo de armas, yelmo, lambrequines y penacho, representaría a la  Heráldica y el cuartel 2º, con su árbol de escudos, simbolizaría a la Genealogía.
Se puede observar también que, menos para las gemas de la Cruz de la Victoria y la Corona del Principado, todo el emblema se hace con sólo 3 tinturas azur, oro y sólo plata para el campo del «pergamino-escudo», que son las del esquema de tinturas base descrito anteriormente.
Para la corona de infante del Principado de Asturias, con cuatro diademas de perlas, de las que tres son visibles, creo interesante mi actuación, en línea con la opinión del heraldista don Francisco Domingo Larrosa Gil, con quien precisamente en estas fechas veníamos hablando de este tema. El cual para avalar su aseveración se retrotrajo en el tiempo a  épocas en las que no se pintaban gemas en el interior de los florones (hojas de acanto), a diferencia de como se hace ahora en muchas representaciones modernas de esta corona. En esta misma línea, la corona está engarzada de rubíes-gules, diamantes-plata y esmeraldas-sinople, pero no de zafiros-azur (sirva para esto de referencia la corona sobre el escudo real rodeado del Toisón de Oro que engalana el descanso central, antes de dividirse en dos tramos, de la escalera principal del Palacio Real de Madrid, escalera que fue proyectada por Francesco Sabatini en 1760).
Dr.Antonio Salmerón
Miembro español de la Society of Heraldic Arts.
Académico C. de la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía
Paseo de la Castellana 135, planta 7, 28046 Madrid
asalmeron@blason.es | http://www.blason.es

Publicado por La Mesa de los Notables.