martes, 17 de abril de 2018

CABALLEROS CUBICULARIOS DE SAN ILDEFONSO Y SAN ATILANO DE ZAMORA.

Breves notas sobre la Real, Muy Antigua e Ilustre Cofradía de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano.

Aunque existen documentos que avalan la actividad de los caballeros cubicularios en 1415, sus constituciones más antiguas están fechadas en 1503. Éstas quedarían parcialmente modificadas en 1536 para incluir a San Atilano en  su patronazgo  y culto, volviéndose a modificar en 1624 para fijar su número de cofrades, denominándose formalmente Cofradía de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano. A lo largo de su historia se volverán a modificar sus estatutos y con ellos el número de sus miembros, ingresando como cofrades reyes, infantes y personalidades de todas las épocas.
Tienen como finalidad la custodia de los restos de San Ildefonso y San Atilano, fomentar la devoción y exaltación de ambos santos, así como velar por el conocimiento y conservación de las costumbres y tradiciones zamoranas, contribuyendo de igual manera, a la difusión de la cultura y al sostenimiento de actividades asistenciales.


F. Riestra./- La Mesa de los Notables.

Esta corporación remonta sus orígenes al siglo XIII, quizá podríamos fijar sus inicios el mismo día en que fueron descubiertos los restos de San Ildefonso en la  zamorana Iglesia de San Pedro, el  día 26 de mayo de 1260.
Tras comprobar su autenticidad, las autoridades y nobles de Toledo solicitan que se trasladen sus restos a esa ciudad, al haber sido el santo, natural y  arzobispo de su Diócesis. A tal solicitud se negaron los zamoranos iniciándose una disputa entre las dos ciudades por albergar los restos. Tan grande fue su repercusión en la época, que para mediar en el conflicto, tuvo que actuar el mismísimo cardenal Cisneros. Fuera como fuese, los zamoranos se negaron a cualquier traslado, creándose para su defensa y custodia una cofradía formada por hijosdalgo dispuestos a usar las armas si fuese necesario. Esta primitiva cofradía puede ser  el germen de lo que posteriormente serían los caballeros cubicularios.
Aunque, por escritos de 1415, existen noticias de unas primeras ordenanzas, sus estatutos más antiguos datan de 1503. En  estos se establece, para su composición, un número máximo de 70 caballeros hijosdalgo. En 1536 se modificarían parcialmente al objeto de incluir a San Atilano en su patronazgo y culto, pero no sería hasta 1624  cuando la corporación pasaría a denominarse Cofradía de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano, en honor al Santo arzobispo de Toledo cuyos restos custodiaban y a San Atilano primer obispo de Zamora, ambos patronos de la ciudad, modificándose nuevamente la composición en número de sus caballeros, a 33 de los 70 iniciales.

Juan II dio su nombre para ser inscrito en la cofradía y Enrique IV aparece también inscrito en 1462. El 25 de junio de 1522 el emperador don Carlos, rey de España, se inscribió como cofrade donando un tríptico flamenco con el atributo del águila imperial. Con posterioridad también se inscriben como cofrades monarcas como don Felipe II, don Felipe III y doña Margarita de Austria, don Carlos II y don Fernando VII, junto con los infantes don Carlos y don Antonio de Borbón.
Durante todo este tiempo la corporación desarrolló una gran labor social, llegando a poseer un hospital de beneficencia. Con la desamortización de Mendizabal (1835) perdió todos sus bienes llegando casi a desaparecer como entidad.
Tras un largo periodo de tiempo en el que apenas existen noticias, el 25 de marzo de 1967 con el impulso del caballero cubiculario don Enrique Fernández Prieto, siendo obispo de la Diócesis don Eduardo Martínez González, se aprueban sus últimas constituciones. En las mismas se dispone que para ser admitido como caballero cubiculario debe demostrar nobleza del linaje paterno o tener reconocida nobleza personal, siempre y cuando muestren notoria devoción por los santos patronos y su admisión de realce a la institución. También pueden acceder  los que prueben ser descendientes directos de cofrade o estén investidos con dignidad sacerdotal o militar.
Aunque existen antecedentes femeninos como lo fueron la reina doña Margarita de Austria, doña María de Figueroa, doña Isabel de Ayala, doña María de Mella y doña María de Ulloa, por citar algunas, el Brazo de Damas no se instituye oficialmente hasta el 26 de marzo de 1971 con el ingreso de S.M. la reina doña Sofía.
En el año 2000 el nuevo Consejo Capitular, elegido ese año, bajo la presidencia de don Francisco Javier García-Faria del Corral le da un nuevo impulso a la institución, constituyéndose en 2009 la Asociación de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano de Zamora.
En estas últimas décadas ingresan en la Cofradía como miembros y con el grado de primer caballero SS.MM. los reyes don Juan Carlos I y don Felipe VI , S.A.R el infante don Carlos de Borbón Dos Sicilias o don Pedro de Borbón Dos Sicilias, duque de Calabria y Conde de Caserta, formando así mismo, parte de ella personalidades de la nobleza, eclesiásticas y militares de primer orden.

Su sede capitular  se encuentra en la Iglesia Arciprestal de San Ildefonso y San Pedro de Zamora, en cuya parte alta del presbiterio  reposan los Santos Restos de San Ildefonso y San Atilano. 
Tienen como principal fin la custodia de estos cenotafios, así como promover y  fomentar la devoción , culto y exaltación de ambos santos. Del mismo modo, tienen como objetivo  velar por el conocimiento y conservación de las costumbres y tradiciones zamoranas, contribuyendo, de igual manera, a difusión de actos culturales como  al sostenimiento de actividades asistenciales.
La Corporación está gobernada por un Consejo formado por un mayordomo-presidente, un canciller, un fiscal, un tesorero y  tres consejeros ( jurídico, asociación y prensa).
Los caballeros cubicularios se encuentran hermanados con la Ilustre y Antiquísima Hermandad de Caballeros Mozárabes de Nuestra Señora de la Esperanza de Toledo (año 2005) y con la Venerable Hermandad del Santísimo Sacramento de Lisboa (año 2010). Del mismo modo, la corporación también se encuentra hermanada con la ciudad de Toledo, donde participan en diversos actos, entre los que destaca la procesión del día del Corpus Christi.

La empresa o distintivo corporativo  está formado por una cruz paté fileteada de oro y superpuestas sobre la misma dos mitras con ínfulas doradas, llevando en el brazo superior una corona visigoda de oro, y en cada uno de los dos brazos laterales las iniciales I y A de oro de sus dos santos titulares. En el reverso de la venera está representado un libro con la inscripción: “De Virginate Santae Mariae". Se lleva pendiente de una cinta de moaré verde con dos pequeñas franjas rojas.
La Corporación viste manto capitular de color verde, con cuello bajo y embozo, llevando la empresa corporativa bordada a la izquierda de la prenda y a la altura del pecho. El manto se sujeta por un cordón de seda blanca finalizado en dos borlas doradas. Llevan como prenda de cabeza  un birrete de terciopelo, de color verde, con el emblema corporativo al frente, así como guantes de color  blanco. Las damas visten traje  negro, con mantilla y peineta española.

Bibliografía:
-Real, Muy Antigua e Ilustre Cofradía de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano de Zamora. Fco. Javier García-Faria del Corral . Revista Hidalgos número 532 (revista de la Real Asociación de Hidalgos de España).
-Caballeros del siglo XXI "vindicación jurídica y sentimental de las corporaciones nobiliarias españolas". Fernando García-Mercadal y García-Loygorri y Manuel Fuertes de Gilbert y Rojo.

Publicado por La Mesa de los Notables.